LOS JÓVENES Y SUS LUCHAS POR EL RECONOCIMIENTO

Nosotros los jóvenes muchas veces nos vemos excluidos del resto de la sociedad ya que debido a nuestra edad no tenemos participación activa en los asuntos y decisiones del estado ya que no se nos considera como verdaderos ciudadanos; las instituciones públicas están en manos de adultos y los jóvenes buscamos ser escuchados y participar en la sociedad mediante grupos e ideologías sin el protocolo del estado dejando los espacios formales de la política. En las distintas formas de pensamiento que se forman en medio de dicha exclusión cada uno de nosotros forma una identidad personal que para volverse más fuerte se convierte en una práctica social que requiere ser aceptada y para esto se conforma un grupo con el cual nos podamos reconocer con nuestra familia, amigos y el estado.
El artículo nos habla acerca de la lucha de diversos grupos de jóvenes por el reconocimiento, y todas las batallas y vivencias por las que tuvieron que pasar con su familia y su comunidad para ser quienes son ahora ya que estas vivencias cambiaron su forma de ser, pensar y de ver las cosas cotidianas. Analizando el contexto en el que estos jóvenes se criaron se tiene que crecieron en familias de bajos recursos que vivían en comunas conflictivas en las que reinaban las malas palabras, el vicio y la violencia donde los medios de comunicación guiados por el estado solo satanizan esas malas condiciones y no hacen nada al respecto, viendo esto como caso perdido y no como jóvenes que solo necesitan oportunidades para salir adelante y ser alguien en la vida. Los jóvenes que no quieren seguir el estándar por los que su entorno los guía, buscan otras salidas y formas de expresión como los son la pintura representada en los grafitis, la música en el rap y formas de vestir y expresarse que reflejan sus pensamientos con respecto a la vida; pero todo esto se ve afectado y de cierta manera impulsado por el propio núcleo familiar ya que este la mayoría de las veces intenta controlar dichas formas de pensar interfiriendo así con la libre expresión de los jóvenes y limitándolos al igual que el resto de la sociedad.
El gobierno colombiano debería empezar a solucionar los problemas del país desde la raíz; es decir, desde los núcleos familiares, de manera que formando jóvenes con una buena educación y oportunidades se puede cambiar poco a poco la mentalidad de las nuevas generaciones formando un país con nuevas perspectivas e identidad nacional.

NOTA: Éste escrito lo redactó Magda Susana Bernal Sierra (profe, no me fue posible subirlo por mi cuenta a pesar de que yo estoy incluida en blog. Mi compañero Juan Sebastián Doncel Salas me hizo el favor de ponerlo desde el perfil de él. Gracias)