LOS JÓVENES Y SU LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO

La lucha por el reconocimiento ha hecho que los jóvenes sean actores políticos sin estar necesariamente inmersos en el estado, las batallas libradas para que sean reconocidos ha logrado trascender tanto en el tiempo como en las barreras impuestas por la sociedad, estado y familia. Estos tres actores intervienen directa o indirectamente en la vida y realización de un ser que no está de acuerdo con los lineamientos establecidos y las normas morales en la sociedad en la que viven, lo que creará un fenómeno de exclusión en una comunidad donde no se siente identificado.

Como una persona se vista, como hable, la identidad  y preferencias sexuales, musicales, ideales  en fin una variedad de cosas, hacen que un ser se identifique o no con un grupo en específico. Cuando se encuentra el grupo al que se acopla más sus ideales encontrará personas en las que se pueda reconocer y que muchas veces tienen historias en común, historias en las que se refleja  la verdadera lucha  que han pasado para ser aceptados. Ésta lucha va más allá de una persona contra las demás, esta pelea empieza desde "uno mismo" ya que no se explica el por qué no se encaja o por qué no es igual que los demás, luego de luchar internamente  pasa a ser externa y ahí es donde se encuentra las personas por las que han pasado lo mismo y quizá puedan mitigar el dolor del  marcado por el pasado, estas personas serán parte indispensable de la vida ya que con ellas aprenderá y se formará parte de su identidad como ser en una sociedad.

Cada grupo quiere visibilizarse a su manera con manifestaciones ya sea artística como lo son los graffitis, murales, danza, música también mediante marchas, que aunque la sociedad cree juicios a priori, son verdaderas revoluciones en las que se muestran y visibilizan grandes comunidades. Estas manifestaciones son algo que quizá molestes a sectores de la sociedad, que no están de acuerdo con los rumbos que ha tomado el pensamiento y la vida de los jóvenes, pero hace parte del cambio aceptar paulatinamente el pluralismo de pensamientos y actitudes frente a la vida y la sociedad, pero aunque quizá no se acepte ciertos ideales no debemos ser extremistas y creer que todo el mundo es como nosotros, para esto lo mejor es respetar estos ideales aunque no se compartan.