Como El Gato Y El Ratón

Es el reflejo de la realidad que vivimos en nuestro país donde las clases populares sufren la discriminación alimentada por los intereses burgueses de esferas sociales aparatadas de las problemáticas de una Colombia en transición, una Colombia que tiene que bajar la cabeza justificada por un deseo indeleble de desarrollo, pero es un desarrollo que la obliga a abandonar su esencia, un desarrollo basado en uno de los miles de discursos políticos que cada cuatro años se deban ver con sus palabras bonitas que disfrazan una realidad, que no es más que un espejo del proceso más bajo de la involución de la persona, en que el bien común prima sobre el bien particular, en el que las ideas y lo que yo pienso vale, y los del otro no, y donde se hace hasta lo imposible por defender ideas muchas veces injustificadas carentes de fundamentos , olvidando que el ser humano es social, que necesita del otro. Es el reflejo de una Colombia inocente que aún cree, que sueña con un mañana mejor,  mediado únicamente por el trabajo honesto, alimentado por deseos de un ideal, propuesto por medios de desinformación que forman parte del monopolio familiar burgués

Es claro que los deseos individuales, que no son más que el fruto de miles de propagandas consumistas que día a día conviven con las clases obreras colombianas, estos son el pilar del proceso de desintegración nacional, que resulta increíble. Un país que es capaz de autodestruirse no es más que una reunión de personas en un sitio determinado sin más que sus instintos, instintos  de los más animales.

Es una muestra clara de que realmente los medios de desinformación, los que parecen tener más fuerza en el diario vivir de las personas que la misma razón. No son más que artimañas diseñadas para que las clases populares, entren en luchas injustificadas defendiendo una realidad elaborada y sin sentido, es triste ver como las clases privilegiadas cada vez más logran distraer las realidades que se viven a diario quien sabe con qué fines concretos, algo si es claro.. Divide y vencerás.. Es una premisa aplicada cada día con resultados  exageradamente efectivos en nuestras comunidades.

Los lujos en la vida no lo son todo, es inquietante preguntarnos, ¿y si no tuviésemos nada, habría por qué pelear? son preguntas sin respuesta en el país del sagrado corazón de Jesús, y no por que no la tengan, sino porque no somos capaces de preguntarnos, puede ser por las preocupaciones  típicas del proletario.. ‘’ si no trabajo no como’’, o tal vez sea por el deseo injustificado de tener cada vez más sin importar a costa de que, tener más para ser mejor que,  tener más para ser parte de que, tener más para ser igual que, simplemente tener más para adaptarnos a un modelo. Las razones verdaderamente son poco relevantes lo importante es ser críticos y decidir cunando los bienes o servicios fueron más importes para una sociedad de las personas, si llegara el día en el que un bien o servicio supla las necesidades de un ser que tardo millones de años para tener una ‘’superioridad’’ evolutiva que hoy en día es muy fácil de poner a prueba, o si por el contrario es la sociedad la que las suple. ¿Llegara? El día en que una sociedad sin bienes o servicios ‘’ideales’’ vuelva a reflejar la verdadera esencia del ser humano, del ser social, ciertamente espero que así sea.

Pero no todo puede ser malo, también muestra tímidamente la alegría del pueblo, el optimismo, la malicia, tal vez son estas cosas las que hacen que la delgada línea que sostiene este país entre ‘’pobres’’ y ‘’ricos’’ no se rompa. Es el motivo por el cual en este país se sigue luchando, contra la corriente pero se sigue luchando, una Colombia que no deja de soñar, una Colombia que renace de las cenizas, que se alegra con las cosas pequeñas, que se le alegra si se gana por poco pero bien ganado, una Colombia para la que el logro de uno es el logro de todos.

Jhon Bernal